Los espectáculos ópticos, mecánicos y/o luminosos empleados durante el siglo XIX tuvieron su origen en tecnologías muy variadas, que se conocieron como linternas mágicas, dioramas, cosmoramas, tutilimundi, vistas estereoscópicas, polioramas y panoramas, entre otras. Estos eventos fueron efímeros, de manera que los estudios sobre ellos han recurrido a variadas fuentes documentales para reconstruirlos: carteles, programas de mano, anuncios en la prensa, crónicas de observadores, grabados y pinturas, producciones literarias, planos, catálogos de venta, así como los aparatos, las placas y otros materiales que se han conservado de estas tecnologías en colecciones públicas y privadas.
Uno de los pioneros en atender históricamente a la relevancia de los panoramas y los dioramas para comprender la cultura decimonónica ha sido Walter Benjamin, quien realizó un montaje de referencias de fuentes de época sobre estos eventos en su Libro de los Pasajes, escrito entre 1927 y 1940. Desde los años s...
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